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LAS BRUJAS

esa progenie de víboras del infierno, no solo inflaman las almas mediante sus obras diabólicas, sino que incendian cuerpos, casas, ciudades enteras; por lo cual, son combustible para el fuego eterno

HAN CREADO AL HOMBRE DE BARRO

de arcilla moldeable,.. Antes, del fuego ardiente habían creado a los Djinns

NO IMPORTA

mientras tengas mucho miedo

LA POSESIÓN

el contacto y el conflicto con el otro mundo

LA MAGIA NEGRA SANGRIENTA

los hechizos malditos y otras cosas mortales

Entradas Antiguas

Vuelo, desaparición y extraterrestres

 


El 21 de junio de 1976, Rafael Pacheco, estudiante de aviación, despegó de la Ciudad de México a las 8:25 a. m. en una avioneta Cessna 150 con destino a Chimalhuacán para prácticas de vuelo. Sin embargo, desapareció del radar y no hubo noticias de él durante más de dos horas. La escuela inició una búsqueda, pero a las 11:15 se recibió una llamada desde Acapulco informando que Rafael estaba a punto de aterrizar allí, algo completamente fuera de su ruta autorizada.

Lo sorprendente fue que, antes de aterrizar, Rafael transmitió durante 40-45 minutos un mensaje en nombre de seres extraterrestres, asegurando estar hipnotizado y actuando como canal para un mensaje dirigido a la humanidad. La supuesta entidad dijo provenir de otro planeta, advirtió sobre una inminente catástrofe mundial y criticó el carácter autodestructivo del ser humano. Aseguró que su civilización tenía poderes superiores, incluyendo invisibilidad tecnológica y dominio de los idiomas.


Relato de Rafael Pacheco sobre su experiencia de vuelo
A las 8:35 de la mañana me di cuenta de que me había desviado de la ruta, así que intenté virar a la izquierda, pero los controles no respondieron; estaban trabados en posición de ascenso. En ese momento todos los instrumentos comenzaron a volverse locos: los relojes oscilaban y la brújula giraba sin control. Entré en una nube muy densa, sin visibilidad, y me encontraba entre montañas. Intentaba ubicar el Popocatépetl para orientarme. Llamé varias veces a Torre México en la frecuencia 118.1, sin respuesta. Luego cambié a la frecuencia de emergencia 121.5 y envié llamadas de Mayday y Pan, pero tampoco obtuve respuesta.

Al ver que los instrumentos fallaban, busqué alguna explicación: electricidad estática, un campo magnético, algo que justificara lo que pasaba. Miré al frente, a los costados y arriba, pero no vi nada extraño.

Cuando finalmente salí de la nube, el altímetro era el único instrumento que parecía funcionar bien. Marcaba 10,000 pies. A partir de ahí, no recuerdo nada. Sentí mucho sueño, como si me estuviera quedando dormido.

La siguiente imagen que tengo es estar volando sobre el mar. Me sorprendí muchísimo; pensé que estaba soñando. Tomé el micrófono y dije: "Estudiante 82 a cualquier estación que me escuche". Me contestaron de inmediato desde Torre Acapulco y me pidieron cambiar a la frecuencia de emergencia. No sé en qué frecuencia estaba antes.

Me preguntaron mi posición, pero no sabía dónde estaba, solo que sobrevolaba el mar. Me pidieron que buscara tierra, y logré ver una franja pequeña, lo informé y me dijeron que me dirigiera hacia allá. El tanque izquierdo ya no tenía combustible y el derecho estaba casi vacío. Informé eso también. Me autorizaron a aterrizar en la pista 24, o en cualquier otra si era necesario.

Logré aterrizar y me dirigí a la plataforma. Ahí vi un Cessna 310 de la escuela, el XV LON, donde el capitán Ortiz y otro alumno habían escuchado todo el supuesto mensaje. El capitán fue a mi encuentro y le pregunté: "Capitán, ¿qué hago aquí?" Él me respondió: "Si tú venías en la avioneta y no lo sabes, menos yo".

Después, él y los controladores me contaron lo que había dicho durante el vuelo… un mensaje que, según ellos, transmití hablando de seres de otro planeta. Yo no me acuerdo de nada. Si no me hubieran contado todo eso, habría pensado simplemente que me quedé dormido en el aire, y nada más.


Controladores aéreos testificaron que la voz se comunicó con claridad, incluso respondió en alemán e inglés, lenguas que Rafael no dominaba. Al aterrizar, fue evaluado médicamente y se encontró sano. Las autoridades levantaron un acta formal sobre el suceso.

Rafael, de 23 años, apenas tenía experiencia de vuelo y no contaba con el equipo ni los conocimientos necesarios para llegar solo a Acapulco. Sin embargo, logró un tiempo récord de vuelo pese a desviaciones y obstáculos naturales.

Este hecho ocurrió un año después del incidente del piloto Carlos Antonio de los Santos, quien asegura que su avioneta fue magnetizada por tres ovnis.

Eyes On Cinema




"Demonios" en el Islam

Puede ser común que los pacientes psiquiátricos que son musulmanes atribuyan sus alucinaciones u otros síntomas a los "genios", las criaturas invisibles y diabólicas de la mitología islámica.


En la mitología islámica, los genios, o djinn/ jinn/ cin, son criaturas sobrenaturales hechas de fuego sin humo. Son frecuentes en el folclore islámico y se mencionan en el Corán, el texto religioso del Islam. Históricamente, se les representa como criaturas amenazantes que pueden dañar a los humanos o incluso volverlos locos. En las sociedades musulmanas, tradicionalmente se ha considerado a los genios como la causa de enfermedades mentales y neurológicas, especialmente la epilepsia.


Como cualquier criatura sobrenatural, los genios han acumulado un rico universo a través de años de folclore y experiencias culturales. Se cree que comparten muchas características con los humanos: nacen, se enamoran, se casan y mueren, pero también poseen habilidades sobrehumanas, como volar, mover montañas, hacerse visibles solo cuando lo desean y aparecer como animales. Se describe que los genios tienen pezuñas como las de una cabra y cola negra. 


La creencia en los genios parece haber persistido a pesar de los cambios culturales y políticos en las culturas islámicas. Encuestas revelaron que los musulmanes creen firmemente en la existencia de los genios, la magia negra y el mal de ojo.


Tradición árabe e islámica

Él (Shaytan) y sus soldados de los genios o de su tribu te ven desde donde tú no puedes verlos”.

                                           Ayah al-A`raf (Las Alturas, Los Lugares Elevados) El Corán


Djinn viene del árabe y significa “oculto” o “cubierto por la oscuridad”. En el Islam, los Djinns son criaturas reales, no mitológicas, y forman parte integral de la cosmología islámica. Tienen incluso una surah dedicada en el Corán, llamada Al-Jinn.


Según la tradición islámica, Alláh (Elohim Dios) creó a los humanos de arcilla y a los Djinn de un fuego sin humo, otorgándoles libre albedrío y la posibilidad de redención. Los Djinn existieron miles de años antes de la creación de los humanos y durante ese tiempo gobernaron la Tierra, con sus propias leyes, religiones y profetas. Pero al crecer en número, se dividieron en facciones y comenzaron guerras internas, provocando la ira de Alláh.


Para contenerlos, Alláh envió a un Djinn fiel llamado Iblis, quien, junto con los ángeles, derrotó a los rebeldes. Sin embargo, cuando Alláh creó a Adán y pidió a todos que se postraran ante él, Iblis se negó por orgullo, alegando que el fuego era superior a la arcilla. Fue entonces condenado y se convirtió en Shaitán (Satanás), encargado de tentar a la humanidad.


                       


Adoptan múltiples formas y habitan en lugares ocultos como cuevas, ruinas o la montaña mágica Qaf, que marca el límite del mundo. Existen distintos tipos, como:

- Ifrits: poderosos y rebeldes.

- Marid: genios malignos.

- Amir: viven en hogares humanos.

- Qareen: compañeros espirituales que susurran tentaciones.

- Ghilaan: cambiaformas y magos.

- Incluso se menciona la existencia de genios enanos.



Pueden interactuar con humanos, incluso tener relaciones sexuales con ellos, y sus hijos mixtos son conocidos como khunnas o amluq, según su origen. También, se les atribuye inspiración artística: muchos poetas árabes preislámicos afirmaban recibir versos de un Djinn personal.

Con la llegada del Islam, se reafirmó la supremacía humana. Mahoma fue profeta tanto de humanos como de Djinn, y algunos se convirtieron al Islam tras oír la recitación del Corán. Aun así, la mayoría siguió siendo hostil y comenzaron a manifestarse en forma de posesiones, travesuras, e interferencias espirituales y físicas.


                    


El Islam también impuso restricciones a los Djinn: se les prohibió espiar los cielos y se cerraron las bóvedas celestiales con guardianes y meteoros. Se volvió común atribuirles acciones como provocar errores durante las oraciones, contaminar la comida, sabotear las abluciones o hacer llorar a los recién nacidos.



A pesar de todo, los Djinn siguen siendo parte activa de la cosmovisión islámica, una especie de paralelo espiritual que coexiste con el mundo humano, con su propia historia, jerarquía y conflictos. Se plantea la idea de que estos seres intermedios entre ángeles y humanos, con poder, libre albedrío y un rol ambivalente en la historia espiritual del ser humano, podrían volver a tener un rol protagónico en el futuro, como posibles aliados o enemigos ante nuevas amenazas que enfrente la humanidad.















Matar niños, ser ejecutados y no condenar su alma


Una práctica común durante dos siglos en Europa Occidental: personas suicidas, predominantemente mujeres, asesinaban principalmente a niños. Irónicamente, este acto atroz surgió como una forma de evitar el infierno. En lugar de suicidarse para escapar de su depresión y su angustia —y enfrentarse a la condenación eterna por el pecado del suicidio—, mataban a un niño pequeño, lo que se castigaba con la muerte. Antes de su ejecución, podían recibir la absolución de un sacerdote, arrepentirse y, en última instancia, asegurarse un camino al cielo. La práctica se entrecruza con la escasa comprensión de la salud mental y la depresión, especialmente en mujeres, las prácticas religiosas e incluso las acusaciones de brujería y posesión demoníaca durante los siglos XVII y XVIII.


Las víctimas solían ser niños, ya que se asumía que aún eran inocentes. Incluso podrías estarle haciendo un favor al niño, ya que iría al cielo sin haber pecado aún. Y tú también irías al cielo, porque un sacerdote te había absuelto de tus pecados en confesión; una situación terrible en la que todos salen ganando.

1783: María Anna Mayrin asesina a una niña de tres años, se entrega y es condenada a muerte.

El Sacro Imperio Romano Germánico, 1704: Agnes Catherina Schickin corta la garganta de un niño de siete años. Uno de los casos más célebres, una mujer de treinta años, que se trasladó desde su ciudad natal al pueblo de Krumhard. Allí entabló conversación con un grupo de niños pequeños que estaban jugando y consiguió que uno de ellos la acompañase a dar un paseo. Ambos fueron vistos en amigable conversación por varios lugareños. Al acabar la tarde, la mujer arrojó al niño al suelo, sacó un cuchillo y le rebanó la garganta. Acto seguido, se dirigió al pueblo y se entregó a la primera autoridad que encontró confesando el asesinato. Cuando le preguntaron que por qué lo había hecho dijo que el niño ahora estaba en un lugar mejor y que así ella sería ejecutada y podría abandonar el mundo.

1746: Johanna Martauschin destroza el cráneo de un niño pequeño.

1753: Sophia Charlotte Krügerin corta la garganta de un niño de nueve años.

1761: Eva Lizlfelnerin roba un bebé y lo arroja a un río para que se ahogue.

1742: La reclusa María Elisabetha Beckensteinerin estranguló a su propia hija de dos años para poder ser ejecutada.


Los suicidios eran relativamente común tanto entre protestantes como católicos, y representaba una alta tasa de homicidios incluso en comparación con la época moderna. Se descubrió unos 400 casos en los territorios del Sacro Imperio Romano Germánico, o la Europa Central de habla alemana, entre 1580 y 1839. Hubo 95 casos de suicidio en la católica Viena entre 1668 y 1783.

La difícil situación de las mujeres de aquella época, cuyas vidas estaban marcadas por dogmas y tabúes religiosos. Muchas vieron esto como su única salida.











El monstruo de Novokuznetsk

Aleksandr Nikolaevich SPESIVTSEV

En su entrada, hasta el noveno piso, donde vivía el maníaco, estaba cubierta de esvásticas, cruces y el nombre del Führer.

Fue un asesino y caníbal ruso que, entre 1991 y 1996, torturó, mató y se comió a mujeres y niños. Su madre lo ayudaba atrayendo a las víctimas a su apartamento y ocultando los restos.

Creció en un hogar disfuncional con un padre alcohólico y una madre sobreprotectora que trabajaba como asistente legal y lo expuso desde pequeño a imágenes de crímenes violentos. Desde niño mostró tendencias agresivas y, en 1988, fue internado en un hospital psiquiátrico.  


En 1991 secuestró y torturó a su novia durante un mes hasta que murió por sepsis. Fue nuevamente internado, pero liberado tres años después sin registro de su alta. Tras su salida, comenzó una serie de asesinatos con la ayuda de su madre, quien atraía a las víctimas a su apartamento y se deshacía de los cuerpos.  

Para identificar los restos se necesitaron costosas pruebas genéticas. Fue necesario un laboratorio forense que ocupó todo un vagón de un tren de pasajeros. 

Uno de sus crímenes más atroces ocurrió en 1996, cuando capturó a tres niñas de 13 años. Asesinó a una de inmediato y mantuvo a las otras dos cautivas, torturándolas y obligándolas a participar en actos caníbales. Fue capturado por casualidad cuando unos fontaneros alertaron a la policía tras su negativa a abrir la puerta.


Se encontraron restos de al menos 70 niños cerca de su casa, pero su autoría no pudo confirmarse debido a la actividad de otro asesino en serie en la misma zona. Fue declarado loco y confinado en un hospital psiquiátrico de por vida, mientras que su madre fue sentenciada a 15 años de prisión. 

En total: 4 asesinatos probados, 19 asesinatos según la fiscalía y 82 asesinatos podrían pertenecerle.



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