Poltergeist


Podemos definir como poltergeist a todo aquel fenómeno de origen paranormal y que engloba hechos perfectamente perceptibles y de naturaleza física e incluso violenta en algunas ocasiones. La palabra poltergeist proviene del alemán y está formada por «poltern» (hacer ruido) y «geist» (espíritu – fantasma).


Dentro de los poltergeist, encontramos fenómenos de efectos físicos tales como: Ruidos inexplicables (clariaudiencia), golpes (raps), movimiento de objetos, materialización y aportes, olores extraños (clariesencia), ataques físicos, incendios (pirogénesis), etc. Los poltergeist tradicionalmente han sido descritos en el folklore como molestos espíritus que, a diferencia de los fantasmas, acechan a una persona en particular en lugar de producirse en un lugar específico. Sin embargo, los poltergeists se confunden con mucha frecuencia con el fenómeno de casas encantadas (encantamiento), a diferencia de este último, el poltergeist suele estar relacionado directamente con la presencia de una o varias personas (agente/s o foco/s) que según diversas teorías e hipótesis, serían los causantes (principalmente de forma inconsciente) de dichos fenómenos paranormales. En un poltergeist NUNCA se producirá la aparición de un espectro (espectrogénesis) o un fantasma (fantasmogénesis).

«El Señor es mi pastor, nada me falta. En verdes praderas me hace recostar. Me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas. Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan» (Salmo 23, 1-4).

Las casas encantadas han existido durante siglos, se describen los sonidos de pasos cansados y cadenas arrastrándose que despiertan en la oscuridad de la noche.

En Inglaterra, hay docenas de casas embrujadas donde permanecen los espíritus de aquellos que encontraron una muerte prematura; mayordomos asesinados, criadas seducidas y violadas que impiden durante la noche dormir a generaciones.

Nadie ha podido comprobar ni demostrar que los espíritus de los muertos vuelvan a aparecer en la casa de los vivos. El hombre tiene un miedo natural a la muerte, a lo oscuro, y a lo desconocido, así que parece probable que muchos de estos fantasmas sean meramente producto de nuestra imaginación.

Los cuentos sobre fantasmas no siempre tratan de espíritus en el sentido tradicional, por lo menos, no de los espíritus que regresan después de que alguien muera. La mayoría de las veces se presentan en forma de fuerza destructiva y misteriosa que hace estragos. 

En tiempos pasados estos fenómenos fueron considerados como obra del diablo. El diablo era el culpable de todas las calamidades que no tenían explicación.

Por ejemplo, esta historia verdadera que ocurrió en Italia en el siglo 17. Era costumbre de la época que las familias acomodadas mandaran al menos a uno de sus hijos a un monasterio, con la esperanza de que pudieran llegar a ser obispos o papas. Normalmente los hijos no podían opinar al respecto.

Carlo Vulcano y el Diablo



Se dice que el noble Don Carlo Vulcano Caballero de Sorrento, impulsado por la voluntad de su padre de aprender el arte de la meditación, ingresó en el Convento de los Girolamini en 1696 con la intención de permanecer allí y profundizar sus estudios.


Era la tarde del 4 de mayo de 1696 cuando un terrible estruendo lo despertó sobresaltado en medio de la noche; apareció en su celda, una multitud de sombras que lo aterrorizaron hasta la muerte. La agitación fue tan grande que huyó pidiendo ayuda. El maestro de novicios Niccolò Squillante acudió en su ayuda y trató de apaciguar su terror, convenciéndolo de que sería una pesadilla y lo persuadió para que regresara a su celda, invitándolo a descansar. Pero a partir de esa noche, aquellas siniestras visitas continuaron por cerca de un mes perturbando el alma del pobre hombre. El convento sufría; durante el día era un oasis de paz pero por la tarde, al caer la noche, se convertía en un auténtico infierno y había apedreamientos violentos, rotura inexplicable de muebles, golpes y golpes en las puertas, robo de objetos, latín escritos que aparecían y desaparecían sin una verdadera explicación, voces roncas, secuelas de cadenas, gemidos y quemaduras en la ropa. A menudo se encontraban monjes atados con su propio hábito, presos de la confusión.


Después de varios intentos de buscar explicaciones y soluciones plausibles, mientras aumentaban los hechizos y oraciones para alejar esta mala adversidad, los monjes se convencieron de que detrás de esos terribles hechos, en realidad estaba la presencia del Diablo, decidido a robar el alma de Carlos Vulcano (su objetivo principal) induciéndolo a la perdición alejándolo del camino espiritual.
Los monjes agotados por estos hechos que ofendían el lugar santo, llamaron al padre prior quien por precaución, decidió sacar y salvar al joven Carlos del convento, con el fin de apaciguar todas estas manifestaciones diabólicas .. Dio la casualidad de que tan pronto como el joven cruzó la puerta esa misma noche, el fenómeno se detuvo.

Biblioteca Girolamini

El 20 de septiembre, Carlo Vulcano fue confiado al cuidado del convento del Santísimo Salvador en Capri, pero incluso aquí, el Diablo comenzó a mostrar su ferocidad hacia él y los demás; se enfureció con las monjas induciéndolas a tentaciones, se incendiaron objetos sagrados y muebles, se perdieron las llaves de todas las puertas y comenzaron a desaparecer alimentos y dinero.
Aquí también la situación era trágica: Carlo siempre estaba dispuesto a hacer votos, tratando de enfrentarse a toda costa a Lucifer, quien continuamente lo instigaba y lo golpeaba.
El 30 de marzo de 1697 a pesar de la difícil vida que le hizo el diablo y de los violentos golpes que recibió, Carlo se convirtió en sacerdote: desde ese día en que hizo sus votos, se escuchó claramente un grito escalofriante; el Diablo abandonó el convento y entregó para siempre su alma y el intento de corromperlo.

La casa del diablo: el Convento de los Girolamini
Giovanni Di Masi

Hoy en día somos más juiciosos, no conocemos todo lo que hay en la mente humana, pero sabemos que la psiquis es capaz de producir fenómenos extraordinarios. Es posible que las tensiones y frustraciones puedan proyectarse y exteriorizarse de muchas maneras a menudo inconscientemente sin que la persona misma se de cuenta.

El caso de Anne-Marie, es un buen ejemplo.


Anne-Marie Schneider 


Sucedió en Alemania y es conocido como el «Poltergeist de Rosenheim», el cual ocurrió entre el verano de 1967 y Enero de 1968 en dicha localidad del Sur de Baviera y más en concreto en el bufete del abogado Sigmund Adam. Este caso fue investigado por periodistas locales, policía, físicos del Instituto Max Planck (Friedbert Karger y Gerhard Zicha), ingenieros y por el famoso parapsicólogo Hans Bender. Algunos de los investigadores llegaron a la conclusión de que los fenómenos poltergeist (apertura de cajones, explosión de bombillas, teléfonos sonando sin motivo alguno, mal funcionamiento de las fotocopiadoras, etc) ocurrían siempre en presencia de la secretaria de Sigmund Adam, Anne-Marie Schneider. Dicha joven secretaria de 19 años, parecía estar pasando un mal momento personal después de una traumática relación sentimental. Algunos investigadores creen que además podría haber sufrido algún tipo de neurosis no especificada. La actividad poltergeist se detuvo por completo en una ocasión en que Schneider estuvo de vacaciones para volver a reanudarse de nuevo a su vuelta. Los sucesos nunca volvieron a producirse después de que la chica fuese despedida al poco tiempo de su regreso vacacional.

"Una de las últimas personas que llegan es Anne-Marie Schneider, una secretaria de dieciocho años recientemente contratada. Anne-Marie entró en el vestíbulo y se quitó su abrigo. Conforme ella pasó bajo una lámpara del despacho, ésta comenzó a balancearse, pero la chica no observó nada del fenómeno. Anne se dirigió hacia el guardarropa y el movimiento de la lámpara se intensificó", narra un informe de los investigadores del caso.

Las lámparas del techo se balanceaban sin razón alguna cuando la secretaria se encontraba en el lugar. Cuando el electricista examinó los tubos de neón se percató que éstos habían girado 90 grados interrumpiendo la conexión eléctrica. Apenas los hubo reparado todos, otro ruido violento se oyó y las luces volvieron a apagarse totalmente. Incluso cuando no estaban encendidas, las bombillas explotaban.

La desesperación de los abogados del lugar era cada vez más grande ya que los fenómenos iban en aumento. El equipo de Bender observó rápidamente que los fenómenos inexplicables y las perturbaciones de potencia se producían sólo durante las horas de trabajo y siempre tenían como centro la persona de Anne-Marie

Ella es la secretaria que, según los parapsicólogos, originó todos los fenómenos. Anne-Marie reveló que sufría las consecuencias emocionales de una fallida relación amorosa y se le diagnosticó neurosis. Su jefe le dio vacaciones y repentinamente todos los hechos extraños se detuvieron. Cuando regresó a trabajar comenzó una vez más la tortura. 

Él es el abogado Adam y en la foto está explicando los extraños sucesos a los investigadores. Afirma que en dos ocasiones un archivador de unos 150 kilos se alejó de la pared sin razón alguna. Mientras Anne-Marie se encontraba cada vez más nerviosa, los fenómenos se hacían más intensos. Por ello es que fue despedida y nunca más se registraron hechos extraños.



Ahora sabemos que los poltergeist son causados voluntariamente o inconscientemente por el psiquismo de la persona que se manifiesta en forma de psicoquinesis: la habilidad de mover o transformar la materia usando la mente.

También sabemos que en principio todos poseemos esta habilidad. En la época de Carlo Vulcano la gente no conocía tales cosa, los monjes estaban convencidos de que Carlo había traído una multitud de diablos al monasterio. Durante 11 meses este estuvo en un estado caótico; lluvia de guijarros, risas que helaban la sangre y extraños ruidos que acobardaron a los monjes, manos invisibles tiraban los muebles y los artículos religiosos, los libros volaban por el aire y se transformaban en cristal, los colchones desaparecían de la citeras, las paredes estaban salpicadas y serpientes y escorpiones se hallaban entre las sábanas. Ni atar a Carlo ayudó. Nada les ayudó Ni rezar, ni el incienso, ni el agua bendita, ni el exorcismo.

El colmo fue cuando el techo se derrumbó, los monjes no pudieron soportarlo más, el monasterio aceptó su derrota y concedió a Carlo la libertad de regresar al mundo exterior.

El nombre de Carlo Vulcano todavía se puede encontrar en los registros del monasterio de los hermanos de San Gerónimo con la fecha de 30 de marzo de 1697, pero su nombre está tachado y al lado hay escrito expulsado por haberse asociado con el diablo.

Con la salida de Carlo del monasterio acabó la pesadilla y la paz reinó una vez más. Ni la Biblia ni el exorcismo pudieron combatir las fuerzas energéticas que Carlo desató.

El mismo Carlo probablemente creyó que había sido ayudado por el Diablo, pero para él esto no era muy importante, simplemente estaba contento de volver a Nápoles con sus amigos y su libertad.


Las supuestas manifestaciones poltergeist llevan reportándose en muchas culturas y países como Estados Unidos, Japón, Brasil, Australia y naciones europeas, desde los mismos inicios de la historia.

― Insomnia