Diogo Alves: el primer asesino en serie de Portugal y, a pesar de su ejecución en 1841, "vive" hasta el día de hoy



Famoso por robar personas y arrojarlas desde gran altura, conservó su cabeza para la posteridad

Glic

En el teatro anatómico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Lisboa, en lo alto de un estante, se encuentra la cabeza preservada del primer asesino en serie de Portugal.


Diogo Alves fue un criminal infame, reputado por haber matado a innumerables ciudadanos de Lisboa en el siglo XIX. Esperaría a que los granjeros pasaran, los robaran y los empujara a la muerte desde un acueducto de 200 pies de altura. Más adelante en su vida criminal, robó a los propietarios y los mató después de tomar lo que quería. Finalmente fue capturado y ejecutado en la horca.


Aunque se rumoreaba que era el último hombre ahorcado en Portugal antes de que se revocara la pena capital en la ciudad en 1867, hubo al menos otras seis ejecuciones después de Alves. Sin embargo, debido al volumen y la barbarie de sus crímenes, Diogo Alves sigue siendo uno de los criminales más notorios de la historia de Portugal.



Dada su mala reputación, puede parecer extraño que el director de Alves tenga una residencia permanente en la Universidad de Lisboa, pero hay una explicación. En 1841, cuando Alves fue ahorcado, la frenología, el examen minucioso del tamaño y la forma del cráneo como una supuesta indicación de las habilidades mentales y el carácter, estaba ganando notoriedad en los laboratorios de todo Portugal. Los científicos pensaron que si podían estudiar la cabeza de Alves, podrían obtener una idea de lo que lo convirtió en un villano tan asesino. No está claro si los estudios realmente se llevaron a cabo, ya que la cabeza de Alves permanece perfectamente conservada y sin perturbaciones.


Si bien está oculto a la vista del público, los médicos y técnicos de laboratorio pasan junto a la cabeza preservada de Alves mientras realizan su trabajo todos los días. La cabeza tiene un aspecto sorprendentemente normal, con una degradación mínima de los rasgos faciales y el cabello. La característica más inusual de la cabeza de Alves es su tono claramente amarillo.

Es posible que los científicos no hayan aprendido por qué Alves se convirtió en uno de los asesinos en serie más conocidos de la historia, pero mientras su rostro inquietante se asome desde los estantes del teatro, sus crímenes no serán olvidados.


Película Los crímenes de Diogo Alves (1911)
Carlos Pestana