‘Bruja del Raval’ de Barcelona; Una mujer acusada de bruja, unos niños desaparecidos y muchas, muchas muertes

El de Enriqueta Marti I Ripolles es unos de los casos policiales más macabros, escabrosos y mediáticos de la Barcelona de principios del siglo XX. Es la historia de una mujer de los bajos fondos, que actuó como curandera y alcahueta, a la que se acusó del secuestro, explotación y asesinato de niños.

De niñera a proxeneta.

Durante el día Enriqueta mendigaba en casas de caridad, conventos y parroquias, sin embargo, por las noches, se vestía con ropas lujosas, sombreros y pelucas, y se hacía ver en ambientes donde acudía la clase acomodada de Barcelona, como el Casino de la Arrabasada

La policía registró la vivienda; un salón con muebles carísimos, en contraste con la pobreza de las habitaciones donde se alojaban las niñas. 

Armarios con trajes de gala para un niño y una niña, pelucas, vestidos de confección y un montón de cartas escritas en clave en las que se podían leer contraseñas, iniciales y firmas irreconocibles. 

Todo indicaba que era una lista con nombres de clientes importantes, muchos de ellos pertenecientes a la burguesía. Posteriormente se informó de que esa lista sólo incluía nombres de personas adineradas a quien Enriqueta mendigaba con regularidad.

"Confecciono remedios utilizando determinadas partes del cuerpo humano", explicó Enriqueta ante la cantidad de pruebas que la señalaban. Al parecer, durante la inspección, la policía también se topó con centenares de tarros con sangre y grasa humana a modo de pócimas mágicas.

No murió en el patíbulo, ni apaleada por otras reclusas como se llegó a decir, sino que lo hizo a consecuencia de un cáncer de útero.

Muchos niños y niñas pobres terminaban en burdeles para gente rica o trabajando como esclavos en fábricas en Francia.

Finalmente se demostró que los huesos hallados en casa de Enriqueta no eran de un niño, sino de un adulto de unos 25 años. Ella se consideraba una curandera y por aquel entonces se pensaba que poseer determinados tipos de huesos traía suerte.


Composición fotográfica que muestra a Enriqueta Martí y a las dos niñas liberadas por la policía, Teresita Guitart y Angelita



Archivo fotográfico



Marido de Enriqueta Martí   



Teresita, niña raptada    



Angelita niña secuestrada      



Casa de Enriqueta    



Lista con nombres de clientes   



Su detención    





La portada de una publicación de la época, haciendo referencia al caso de Enriqueta Martí  


E
ran muchos los niños que a diario desaparecían en las grandes ciudades durante aquellos años

 

Página de noticias 1922    https://www.abc.es/archivo/periodicos/abc-madrid-19120309-11.html

 

Las declaraciones de las dos niñas, fundamentalmente la de Angelita, vinieron a demostrar que Enriqueta Martí era mucho más que una alcahueta secuestradora y corruptora de niños



Tanto impresionaron al pueblo de Barcelona las declaraciones de las dos pequeñas que se abrieron suscripciones populares para abrirles una libreta de la Caja de Ahorros y hasta fueron presentadas en público   



Descubrieron el cráneo de un niño de unos tres años, que todavía presentaba adheridos a la piel algunos cabellos y una serie de huesos que los forenses reconocieron como pertenecientes a tres niños de tres, seis y ocho años     




Los pobres niños habían sido sacrificados para extraer grasa de sus cuerpecitos