Detrás de esa nariz roja

La palabra actual Payaso viene del italiano Pagliaccio y es un personaje representado con vestimentas coloridas, maquillaje extravagante y grandes pelucas. Son artistas de circo mayormente que realizan bromas, saltan, bailan, haciendo trucos para hacer divertir a quienes lo observan. No se debe confundir con los bufones ya que se conoce que estos actuaban ya desde la Quinta Dinastía de Egipto en el año de 2500 A.C., o en China en el año de 1818 A.C. 


Un payaso es sinónimo de diversión, también de pánico y fobias, pero más allá de eso esconde un terrible origen...


Momokha es una leyenda urbana que se originó en Rusia. Se trata de una figura aterradora que se asemeja a un payaso, pero con una apariencia mucho más perturbadora. Se oculta en lugares oscuros y abandonados, acechando a quienes se aventuran cerca de su territorio. Puede aparecer repentinamente para aterrorizar a las personas, secuestrar niños y devorarlos.
Inspira historias de terror y genera temor en muchas personas, especialmente aquellos que tienen miedo a los payasos o a situaciones espeluznantes. 

“Tráeme un niño.„

En inglés la palabra Clown proviene del antiguo vocablo denominado antes como aldeano, y es en este punto donde comienza su origen ya que desde tiempos inmemoriales, en las zonas altas de las montañas heladas, los Crathull o Clouides eran seres alargados y deformes que salían de las profundidades de las montañas para secuestrar y devorar niños ya que su pureza e inocencia le daban a su carne un sabor único y especial. Su piel era verdosa pero con el rostro blanco y la nariz roja por el frío extremo, ojos grandes y amarillos por su adaptación a la oscuridad, dientes enormes, salidos y disparejos, su cabello era alborotado y enredado de color rojizo por las continuas salpicadas de sangre y sus pies eran largos y deformes.


Bajaban a las villas cercanas durante el invierno o cuando habían tormentas en horas cercanas a la noche, se disfrazaban de aldeanos para pasar desapercibidos y caminaban por los alrededores de la villa hasta conseguir niños. Según la costumbre de esa villa, los niños tenían la responsabilidad de limpiar el cuero de animales que los adultos cazaban para realizar objetos como bolsos pequeños o un estilo peculiar de suéteres y zapatos; los niños hacían su labor y los Crathull se aproximaban y los tomaban del cuello fuertemente partiéndoselos de inmediato para luego llevárselos.


Se llegó a pensar que eran demonios surgidos desde el inframundo que consiguieron una forma de salir por las cavernas subterráneas de las montañas que el devorar niños les daba vitalidad para mantenerse en éste mundo. Otros creían que eran una familia de deformes provenientes de circos clandestinos que escogieron el interior de las montañas como hogar hace muchos años, dando como resultado una numerosa familia bizarra acostumbrados al frío y al aislamiento, teniendo y desarrollando una alimentación salvaje y carnívora.

El temor por estos seres era inmenso pero con el pasar de los años, la aldea dejó a un lado el miedo y guiados por el dolor de la perdida de sus infantes, muchos fueron los que dieron caza a los Crathull. Muchos trataron de capturarlos y hasta matarlos, pero la gran mayoría acabaron muertos por su ferocidad, aunque fueron pocos los que lograron asesinar a esas terribles bestias. Los aldeanos afirmaban que su piel verdosa era arrugada y muy dura gruesa, con grandes callos y algunas garrapatas.

Para comprobar que estaba totalmente muertos, los miembros de las villas le cortaban el cuello y a partir de allí le quitaban la piel, la limpiaban y se la colocaban encima para imitar su modo de caminar y burlarse de ellos, celebrando así su victoria. La costumbre fue pasando de generación a generación, actualizándose con el pasar del tiempo y adquiriendo la creatividad para disfrazarse como ellos sólo con materiales rudimentarios que tuvieran a la manos. Su tipo de burlas hacia ellos se hizo normal para este tipo de disfraz y fue naciendo en la cultura, al menos para ellos y las villas vecinas, que este tipo de personajes ya no era visto como una amenaza sino todo lo contrario. Cada región tenia su propia versión de los Crathull o Clouides que poco a poco fueron cambiando su nombre, su vestimenta y extravagancia para adaptarlo a la época.